REBECCA DAUTREMER, artista francesa
Camina el suelo oloroso a humedad
de la jungla, más la piel rugosa del árbol. La nieve espesa y el canto de
guerra del lobo. La orilla del río, sus micas como diamantes, y la playa
de arena del mar. La profundidad oceánica, preñada de barcos fantasmas. Camina
la luna, el aire, el sol.
Concluye que el sitio más amable es el nido. Entonces regresa a su casa. Se sienta en el piso, al lado de la cortina que cosiera su madre hace ya tantos años. Estira las piernas, reposa la espalda contra la pared.