Artista: BÉATRICE ARCHINARD, SUIZA
Sabrá que, luego de la guerra que terminó con el planeta tal
como se conocía, usted es la única casa que quedó en pie. Entonces, en lugar de atender al abismo que ahora la refleja, concentre sus mejores deseos
en lograr que sobrevivan los pocos árboles que aún la rodean. Procure, además, que su cielorraso luzca tan limpio como
una noche estrellada. Y que sus ambientes se colmen solo con los huéspedes
mejores: buenos recuerdos, utopías, amores, y toda la generosidad y la
inteligencia y la dulzura que alguna vez le cupo al mundo, más el lenguaje que
nombraba esas maravillas. Por último, sin que importe cuán grueso sea el muro de
oscuridad que se alce, hágase luz e ilumine. Por favor, ilumine.