Leen
el titular, "Andrómeda choca contra la Vía Láctea''. Como es costumbre, la
mayoría omite el cuerpo de la noticia, donde se aclara que aún restan
millones de años para la colisión. De modo que, tanto hombres como mujeres, enloquecidos
de miedo, buscan un refugio donde desaparecer antes del supuesto horror final.
Y dan con el útero materno. Sin embargo, allí donde intentan recurrir a la
placidez fetal, no caben. Cabezas y pies y manos rompen matriz, músculos,
piel. Las madres, dobladas bajo el peso de sus hijos, dan la impresión de
moverse en cuatro patas, como animales. El espectáculo es deplorable.