LALESKA BARRETO, artista plástica nicaragüense
Hago a un lado mi muñeca preferida para recibir a la abuela. Llega con un
parasol hecho de flores rosas. Por el perfume deduzco que son flores de
durazno, y veo que se puede abrir o cerrar como cualquier parasol común.
—No dirijas la atención de los vecinos hacia nosotras —le reprocha mamá, con esa autoridad serena, casi amorosa, que la caracteriza.