CATRIN WELZ-STEIN artista alemana
Prometeo roba el fuego de los dioses y se lo entrega a los
hombres. Indiferentes a la tortura con la que aquellos han decidido castigar a
su benefactor, los hombres hacen uso y abuso del don recibido. No así las
mujeres. Pasarán milenios antes de que tal fuego las abrigue. Y no será gracias
a ningún Prometeo. Gracias a ellas será, a ellas mismas.